miércoles, 23 de abril de 2008

Bibliografía y Libros de Isaac Asimov



Isaac Asimov /ˈaɪzək ˈæzəmɑf/ (en ruso А́йзек Ази́мов (Aizek Azímov), aunque originalmente И́саак Ози́мов (Ísaak Ozímov). Nótese que el apellido se pronuncia esdrújulo en inglés y grave en ruso, pero de ninguna manera agudo como se acostumbra) (2 de enero de 19206 de abril de 1992), fue un escritor y bioquímico estadounidense nacido en Rusia, exitoso y excepcionalmente prolífico autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica.

La obra más famosa de Asimov es la serie de la Fundación, también conocida como Trilogía o Ciclo de Trántor que forma parte de la serie del Imperio Galáctico y que luego combinó con su otra gran serie de los Robots. También escribió obras de misterio y fantasía, así como una gran cantidad de no ficción. En total, escribió o editó más de 500 volúmenes y unas 90.000 cartas o postales, y tiene obras en cada categoría importante del sistema decimal Dewey excepto en filosofía.

Asimov fue reconocido como un maestro del género de ciencia ficción y, junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, fue considerado en vida como uno de los "Tres Grandes" escritores de la ciencia ficción.

La mayoría de sus libros de divulgación explica los conceptos científicos siguiendo una línea histórica, retrotrayéndose lo más posible a tiempos en que la ciencia en cuestión se encontraba en una etapa elemental. A menudo brinda la nacionalidad, las fechas de nacimiento y muerte de los científicos que menciona, así como las etimologías de las palabras técnicas.

Asimov fue miembro por mucho tiempo de Mensa, aunque con desgana: los describía como "intelectualmente combativos". Disfrutaba más de la presidencia de la American Humanist Association (Asociación Humanista Americana).

En 1981 se nombró a un asteroide, el 5020 Asimov en su honor, como el robot humanoide "ASIMO" de Honda.

Biografía

A efectos legales se considera que Asimov nació el 2 de enero de 1921 en Petrovichi, Rusia (a 400 km al suroeste de Moscú y 16 kilometros de la frontera con Bielorrusia). Sus padres, Judah Asimov y Anna Rachel, de origen judío, se trasladan a Nueva York el 11 de enero de 1923, cuando el autor tenía tres años.

Su infancia transcurre en el barrio neoyorkino de Brooklyn, donde el joven Isaac aprende por sí mismo a leer a la edad de cinco años. La juventud de Isaac transcurre entre los estudios y el trabajo en las distintas tiendas de golosinas que su padre regenta en el barrio de Brooklyn. Fue entre esos estantes llenos de revistas donde el joven Isaac se encuentra por primera vez con la ciencia ficción. En su adolescencia temprana escribe sus propias historias y a los 19 años comienza la publicación de sus relatos de ciencia ficción en las revistas (ahora clásicas) de ficción llamadas «pulps».

Se gradúa como bioquímico Universidad de Columbia en 1939. Al ser rechazado para ingresar a las escuelas de medicina de las universidades de Nueva York, regresó a Columbia y decidió tomar un postgrado de química, título que obtuvo en 1941. El siguiente año, 1942, fue particularmente significativo para Asimov, al partir hacia la ciudad de Filadelfia donde tomó un trabajo como investigador químico en los astilleros de la marina de guerra estadounidense, empleo que mantendría en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. En 1948 consigue el doctorado en química accediendo a la Universidad de Boston, donde permanecerá como asociado pero sin opción a enseñar. La universidad deja de pagarle el salario en 1958, pero para entonces, los ingresos procedentes de su trabajo como escritor son mayores que los que consigue con su labor universitaria. Asimov permanece en la facultad como profesor asociado, y en 1979 le ascienden a profesor titular. Sus documentos personales de los años 1965 en adelante se archivan en la Biblioteca Mugar Memorial de la Universidad de Boston, donde ocupan 464 cajas en 71 m de estanterías. En 1985 es elegido Presidente de la Asociación Humanista Americana, cargo que ocupa hasta su muerte en 1992. El sucesor, amigo y colega de Asimov en su trabajo como escritor fue Kurt Vonnegut. Fue también, hasta su muerte, vicepresidente honorario del club Mensa.

Asimov se casa el 26 de julio de 1942 con Gertrude Blugerman, con la que tiene dos hijos: David, nacido en 1951 y Robyn, en 1955. Tras un largo periodo de separación, se divorcian en 1973 y a finales de ese año se casa con Janet O. Jeppson.

Asimov muere el 6 de abril de 1992 tras un fallo coronario y renal. Le sobreviven su viuda Janet y sus hijos habidos en su primer matrimonio. En 2002, Janet Asimov reveló en su propia biografía que la muerte de Isaac Asimov fue debida al SIDA, enfermedad que contrajo durante una operación de bypass en 1982.

Posición Intelectual

Isaac Asimov fue un humanista y un racionalista. No se opuso a las convicciones religiosas genuinas de los demás, pero se enfrentó a las supersticiones y a las creencias infundadas. Tenía un miedo a volar que hizo que sólo viajara en avión dos veces en toda su vida y que él relacionaba con la acrofobia que también padecía. Asimismo padecía claustrofilia, es decir, le gustaban los lugares pequeños y cerrados.

Asimov era un progresista en temas políticos, y un seguidor incondicional del Partido Demócrata de los Estados Unidos. En una entrevista televisiva a principios de los setenta, respaldó públicamente a George McGovern. Se sintió muy desilusionado cuando vio las tácticas, que él consideraba irracionales, de los activistas progresistas desde finales de los años sesenta en adelante.

Su defensa de las aplicaciones civiles de la energía nuclear sobre todo tras el accidente nuclear de la Isla de las Tres Millas dañó sus relaciones con la izquierda. Publicó mucho sobre el control de la natalidad, reflejando la perspectiva articulada por Paul R. Ehrlich.

En los últimos años de su vida, Asimov condenó el deterioro de la calidad de vida que percibía en la ciudad de Nueva York al reducirse las inversiones por la huida de la clase media a los suburbios. Su último libro de no ficción, «La Ira de la Tierra», escrito junto con otro autor de ciencia ficción, Frederik Pohl, trata de aspectos medioambientales como el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono.

Obra

La carrera de Asimov puede dividirse en varios períodos. En sus primeros años el tema dominante fue la ciencia ficción, iniciándose con relatos cortos en 1939. En 1950 publica su primera novela Un guijarro en el cielo. Esta etapa duró hasta 1958, terminando con la publicación de El sol desnudo. A continuación, disminuyó de manera importante su producción de libros de ficción mientras se dedicaba a otros temas. En los siguientes 25 años publicó solamente cuatro libros de ciencia ficción. A partir de 1982, se inició la segunda etapa de su carrera en ciencia ficción con la publicación de Los límites de la Fundación. Desde entonces y hasta su muerte, Asimov publicaría muchas secuelas de sus novelas ya escritas, dándoles un tratamiento de conjunto en una forma que seguramente no había él mismo previsto.

Según su punto de vista, Asimov pensaba que sus contribuciones más duraderas serían las Tres Leyes de la Robótica y la serie Fundaciones (véase Yours, Isaac Asimov, p. 329). Más aún, el Diccionario de inglés de Oxford le da crédito al introducir las palabras positrónico, psicohistoria y robótica en el idioma inglés. La primera de estas palabras se aplica a una tecnología enteramente ficticia, aunque basada en el nombre de la partícula subatómica de antimateria opuesta al Electrón, el Positrón, mientras que la segunda se utiliza con frecuencia en un sentido diferente al empleado por Asimov; sin embargo, el uso de robótica continúa aplicándose con el sentido dado por Asimov.

Divulgación científica

Durante los últimos años de la década de los cincuenta y hasta entrada la década de los sesenta, Isaac Asimov bajó sustancialmente su producción de ficción y cambió sus intereses hacia los ensayos. Entre «El Sol Desnudo» de 1957 y «Los Límites de la Fundación» de 1982, sólo publicó cuatro novelas, dos de las cuales fueron de misterio. En este mismo periodo, incrementó en gran medida su producción literaria en otras áreas, escribiendo casi siempre sobre temas científicos. El lanzamiento del Sputnik en 1957 despertó el interés del público sobre la ciencia, interés que los editores de Asimov le pidieron que cubriera con cuanto material fuera capaz de escribir. Al mismo tiempo, la revista mensual «Magazine of Fantasy and Science Fiction» le invitó a continuar su habitual columna, que había comenzado en la ya cerrada revista bimestral del mismo grupo, «Venture Science Fiction», especializada en la divulgación científica, y le dio a Asimov una completa libertad para publicar. La primera de las contribuciones a F&SF apareció en noviembre de 1958 y continuó desde entonces con otras 399 colaboraciones, hasta que su estado de salud le impidió seguir. Estas columnas, coleccionadas periódicamente en libros por su principal editor, Doubleday, ayudaron a Asimov a crearse una reputación como gran divulgador de ciencia y, según él, fueron sus únicas obras de divulgación que escribió en las que no tenía que suponer de sus lectores una completa ignorancia en los temas discutidos. La popularidad de su primer trabajo de gran envergadura, La «Guía de la Ciencia para el Hombre Inteligente», también le permitió desprenderse de gran parte de sus responsabilidades académicas y convertirse esencialmente en escritor a tiempo completo.

Asimov publicó La «Guía Asimov para la Biblia» en dos volúmenes que comprendían el Antiguo Testamento (1967) y el Nuevo Testamento (1969), y luego los combinó en un sólo volumen de 1.300 páginas en 1981. Lleno de mapas y tablas, la guía conduce a través de los libros de la Biblia en orden, explicando la historia de cada uno y las influencias políticas que les habían afectado, como también información biográfica sobre los personajes importantes.

También escribió bastantes ensayos sobre las convenciones sociales de su día, incluyendo "Thinking About Thinking" y "Science: Knock Plastic" (1967).

La gran variedad de información que cubren los escritos de Asimov llevaron a Kurt Vonnegut a preguntarle en una ocasión: «¿Cómo se siente sabiéndolo todo?». Asimov le respondió que él sólo sabía cómo se sentía al tener esta reputación de omnisciente: Inquieto (Ver «In Joy Still Felt», capítulo 10). En la introducción de su colección de historias «Slow Learner», el novelista estadounidense Thomas Pynchon admitió que obtenía en las obras de divulgación científica de Asimov y en el Diccionario de Inglés de Oxford todos sus conocimientos sobre la entropía.

Ciencia ficción

De entre sus obras de ciencia ficción, las más conocidas pertenecen al Ciclo de Trantor o la serie de las Fundaciones. La trilogía original (Fundación, Fundación e imperio y Segunda Fundación) recibió el premio Hugo a la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos. Posteriormente, se escribió Los límites de la Fundación y Fundación y Tierra, que siguen con los acontecimientos de Segunda Fundación. En Fundación y Tierra, Asimov enlaza la serie de la Fundación con las novelas de robots al introducir a uno de sus más conocidos personajes: R. Daneel Olivaw. Sus novelas de robots destacan por ser del tipo policiaco, por lo cual Asimov se considera un pionero en la ciencia ficción policiaca. En las novelas de robots (Las bóvedas de acero, El sol desnudo, Los robots del amanecer, Robots e Imperio) Asimov crea a otro de sus grandes personajes: Elijah Baley. En Preludio a la Fundación y Hacia la Fundación, Asimov nos narra los orígenes de la psicohistoria (ficción), máxima creación de Hari Seldon. Estas novelas sirven también de nexo entre las novelas de robot y las de la Fundación, al presentar el encuentro de Hari Seldon con Daneel.

La obra de Asimov no es ajena al humor; en la revista Astounding Science Fiction se publicó, en 1948, un artículo seudocientífico y humorístico titulado Las asombrosas propiedades endocrónicas de la tiotimolina resublimada, cuyo tema era una sustancia que se disuelve exactamente 1,2 segundos antes de que se le agregue agua.

También destacaron sus antologías de ciencia ficción, especialmente la serie "La edad de oro", en la que recorría gran parte de la historia de la ciencia ficción a través de relatos de otros autores.

Cronología de novelas y colecciones de relatos cortos de ciencia ficción

Divulgación histórica

A partir de 1965 y hasta mediados de los setenta, Asimov compagina la creación literaria de ficción con la divulgación histórica a través de varios libros que comprenden las más importantes civilizaciones y periodos históricos. Como por ejemplo la Egipcia, Griega y Romana, pasando por la Edad Media, el descubrimiento del Nuevo Mundo y la formación de Estados Unidos. El autor trata de atraer al gran público al conocimiento de la historia a través de una narración amena y sencilla. Se trata principalmente de historia político/militar.

Esta serie de obras ha sido común e informalmente llamada: Historia Universal Asimov y está compuesta por 14 volúmenes con mapas y cronología incluidas en cada uno de ellos.

Volúmenes de la serie

  • El Cercano Oriente (Título original: The Near East) (1968)
  • La Tierra de Canaán (Título original: The Land Of Canaan) (1971)
  • Los Egipcios (Título original: The Egyptians) (1967)
  • Los Griegos (Título original: The Greeks: A Great Adventure (1965)
  • La República Romana (Título original: The Roman Republic) (1966)
  • El Imperio Romano (Título original: The Roman Empire) (1967)
  • Constantinopla (Título original: Constantinople - The Forgotten Empire) (1970)
  • La Alta Edad Media (Tíulo original: The Dark Ages) (1968)
  • La Formación de Inglaterra (Título original: The Shaping of England) (1969)
  • La Formación de Francia (Título original: The Shaping of France) (1972)
  • La Formación de América del Norte (Título original: The Shaping of North America. From Earliest times to 1763) (1973)
  • El Nacimiento de los Estados Unidos (1763-1816) (Título original: The Birth of the United States (1763-1816) (1974)
  • Los Estados Unidos desde 1816 hasta la Guerra Civil (Título original: Our Federal Union - The Union States from 1816 to 1865) (1975)
  • Los Estados Unidos desde la Guerra Civil hasta la Primera Guerra Mundial (Título original: The Golden Door - The United States from 1865 to 1918) (1977)

Algunos ensayos y obras sobre Ciencia

Otros

Asimov también escribió historias de misterio (El negociante de muerte, Asesinato en la convención, las historias de los Viudos Negros) y de fantasía (Azazel (libro)).

Hacia el fin de su vida Asimov publicó una serie de recopilaciones de limericks (clase popular de poemas humorísticos de cinco líneas), siendo la mayoría su propia obra, comenzando con «Versos humorísticos lascivos» (1975). «Versos: Demasiado bruto», cuyo título muestra su amor a los juegos de palabras (el traductor casi logró traducirlo), contiene 144 limericks de Asimov y un número igual del poeta John Ciardi. «Tesoros del humor de Asimov» es a la vez un libro de chistes y un tratado sobre su teoría de humor. Según Asimov, el elemento más esencial del humor es un cambio súbito de punto de vista que de repente mueve el foco desde lo importante a lo trivial, o desde lo sublime a lo ridículo.

Asimov publicó su autobiografía en dos tomos: En la memoria todavía verde (1979) y En la alegría todavía sentida (1980). Una tercera autobiografía, Isaac Asimov: Memorias, se publicó en 1994. El epílogo lo escribió su viuda, Janet Asimov, poco después de la muerte de Isaac. Ha sido una buena vida (2002), redactada por Janet, es una versión resumida de las tres autobiografías.

Temática literaria

Gran parte de la ficción de Asimov se basa en el tema del paternalismo. Su primera historia de robots, «Robbie», cuenta la historia de una niñera robótica. A medida que los robots se hacen más sofisticados, sus intervenciones son más sutiles. En «Evidencia», un robot camuflado como humano consigue un cargo electo. En «El Conflicto Evitable», los robots quitan el protagonismo a la humanidad, actuando como niñeras de toda la especie.

Posteriormente, en «Robots e Imperio», un robot desarrolla lo que se llama la «Ley Cero de la robótica», que establece que «un robot no puede dañar a la humanidad, ni por inacción, permitir que ésta se ponga en peligro». También decide que la presencia robótica está sofocando la libertad de la humanidad, por lo que la mejor línea de acción es la desaparición por sí mismos de los robots. Una historia que no es de robots, «El fin de la eternidad», muestra un conflicto similar y una misma resolución.

En la serie de la Fundación, que originalmente no tenía robots, un científico diseña un plan semi-secreto para crear una sociedad perfecta en el transcurso de 1.000 años. Esta serie tiene su propia versión de los guardianes de la República de Platón en el libro «Segunda Fundación», que perfeccionan y protegen el plan. Cuando Asimov termina de escribir la serie en los años cincuenta, la Segunda Fundación eran presentados como los protectores de la humanidad. Cuando en los años ochenta revisita la serie, le da un tono aún más explícito al tema paternalista.

En «Los límites de la Fundación» introduce el planeta «Gaia», obviamente basándose en la hipótesis Gaia. Todo animal, planta y mineral de Gaia participan de una conciencia común, formando una super-mente que trabaja conjuntamente para el bien común. Al final de esta novela, el protagonista Golan Trevize debe decidir si permite o no el desarrollo de «Galaxia», una mayor versión de Gaia que abarca toda la galaxia. Además se introduce a los robots en el universo de la Fundación.

Aun así, es en «Fundación y Tierra» donde aparecen los primeros robots de la serie que interactúan con los personajes. Y las posteriores protosecuelas, «Preludio a la Fundación» y «Hacia la Fundación», exploran su comportamiento con mayor detalle. Los robots se han revelado como ocultos benefactores de la humanidad.

Otro tema frecuente, tal vez el revés del paternalismo, es la opresión social. «Las corrientes del espacio» toma lugar en un planeta donde crece un fibro-vegetal único, y a los campesinos los explotan los aristócratas de un planeta cercano. El héroe de «En la arena estelar» ayuda a un planeta que es oprimido por un arrogante imperio interplanetario, los tyranni.

Las víctimas de la opresión son muchas veces la gente de la Tierra (a diferencia de colonos en el espacio) o los robots. En «El hombre Bicentenario» un robot lucha contra el prejuicio para hacerse aceptar como humano. En «Bóvedas de acero», la gente de la Tierra siente antipatía hacia los ricos «espaciales» de otros planetas y trata a los robots (asociados con los espaciales) de una forma semejante a la de los norteamericanos blancos trataban a los negros a principios del siglo XX, por ejemplo, dirigiéndose a ellos como muchacho. «El guijarro en el cielo» muestra una situación parecida: el Imperio Galáctico gobierna la Tierra y su gente usa términos tales como Miserable terrícola (Earthie-squaw), pero la Tierra es una dictadura teocrática que impone la eutanasia a todos a la edad de sesenta años. Los héroes son Bel Arvardan, hidalgo galáctico que tiene que superar sus prejuicios y Joseph Schwartz, un sesentón estadounidense del siglo XX que había emigrado desde Europa, donde su pueblo fue perseguido (es bien posible que fuera judío), y se encuentra transportado en el tiempo hasta la época de Arvardan. Tiene que decidir si ayuda a una sociedad oprimida que no lo considera apto para seguir viviendo.

Aun otro tema frecuente de Asimov es el pensamiento racional. Fusionó la novela policíaca con la ciencia ficción en «Bóvedas de acero» (1954) y los cuentos en «Misterios de Asimov», en la gran mayoría juega limpio con el lector introduciendo temprano toda ciencia y tecnología involucrada en la resolución de la trama. Más tarde produjo obras de ficción policíaca, incluyendo la novela «Asesinato en la convención» y los «cuentos de los Viudos Negros», en los que siguió la misma regla. Frecuentemente en toda su ficción, las escenas importantes son esencialmente debates, siendo el ganador el lado más racional, el más humanitario, o simplemente el más persuasivo.

Críticas a su obra

Las principales críticas a la obra temprana de Asimov giraban en torno a que no abordaba temas de la sexualidad de sus personajes y que tampoco incluía criaturas extraterrestres, lo que a los ojos de algunos lectores dotaba a sus libros de cierta frialdad y cientifismo difícil de asimilar. Sin embargo, en sus obras más tardías intentó compensar estas críticas introduciendo este tema, ya fuese en forma jocosa, como en "Playboy y el Dios mucoso" o seriamente, como en la novela Los propios dioses (The Gods Themselves), escrita en 1972 y ganadora de los premios Hugo y Nébula, que parece haber sido escrita como una respuesta a estas críticas. En ella trata ampliamente ambas temáticas. Asimov se mostró especialmente satisfecho de esta obra y a la parte central de la novela la consideró lo mejor de sus escritos.

La razón para no incluir extraterrestres en sus obras es explicada por el propio Asimov en uno de sus libros, en uno de los comentarios previos al relato (que según el propio autor algunos lectores consideran mejores que los relatos en sí). En una de sus primeras historias, "Homo Sol", la civilización humana entra en contacto con la Federación, compuesta por seres humanoides, que no son humanos. Los humanos, aunque más atrasados en lo tecnológico cuentan con un gran potencial de expansión y aprendizaje. Esto pareció agradar bastante a John W. Campbell (editor de Asimov y escritor anterior a la edad de oro). Sin embargo, para Campbell "humano" significaba, por defecto, occidental del norte de Europa. Este enfoque no fue del agrado de Asimov (de origen judío) y para evitar este tipo de conflictos, decidió crear galaxias únicamente humanas, en las que no se hace referencia a razas.

Otros criticaban la falta de personajes fuertes femeninos en sus obras iniciales. Asimov se excusó aduciendo su falta de experiencia inicial como escritor prácticamente juvenil. Sin embargo, a medida que avanza en su obra, los personajes femeninos ganan importancia, como Susan Calvin en Yo, Robot, Noys Lambert en El Fin de la Eternidad, Arkady en Segunda Fundación, Bliss en Fundación y Tierra, Gladia Solaria en Los robots del amanecer o Dors Venabili en las secuelas de la trilogía original de Las Fundaciones. Aunque, en opinión de muchos lectores de c-f, en las novelas de Asimov no sólo no hay personajes femeninos fuertes, sino que no hay personajes masculinos fuertes, e incluso hay quien sostiene que resultaría oportuno considerar que en realidad no hay personaje alguno.

Su estilo literario es objeto de críticas, debido a una simpleza expresiva o pobreza de recursos que le impiden manejar situaciones, crear contextos, perfilar personajes o sencillamente transmitir una idea coherente sobre lo que se supone que pasa en cada historia. Se ha llegado a afirmar que Asimov es incapaz de recrear un lugar concreto y de establecer conexiones específicas entre los personajes en función de los contextos por los que se mueven. En este sentido, es usual observar que el discurso de Asimov es siempre teórico, abstracto y por momentos hasta palabrero. Rara vez describe hechos o aspectos concretos. En general, quizá debería considerarse a Asimov sólo como excelente divulgador, en tanto que mero transmisor de datos e información (por la nula necesidad de estilo que ello implicaría), más que autor de una obra calificable de literaria. En cierto modo, el estilo de Asimov responde a la necesidad de transmitir información (ficticia) utilizando la novela o el relato sólo como pretextos. Durante la década de 1980, embarcado por presiones editoriales en sucesivas continuaciones de la serie Fundación y en pleno auge del movimiento Ciberpunk, la visión positiva de Asimov de la ciencia y la tecnología fue denostada por esta corriente literaria, más crítica hacia sus desviaciones y abusos.

Honores y premios

En honor de Asimov se nombró al asteroide, (5020) Asimov.

A lo largo de su dilatada trayectoria literaria recibió numerosos premios y honores entre los que destacan:

En 1965, Asimov tenía catorce doctorados honoris causa por diferentes universidades.

Curiosidades

  • Muchos de sus escritos esconden juegos de palabras, a los que era muy dado el autor.
  • Por los numerosos cambios de títulos que le han hecho sus editores, puede decirse que Asimov no era un buen "titulista".

Bibliografía

Véase también

Original WIKIPEDIA

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Asimov
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